Dos candidatos presidenciales presentan las mayores posibilidades de pasar a la segunda vuelta de estas elecciones en la votación de mañana domingo 19 de noviembre de 2017. Un tercero, mas bien una tercera candidata podría ser la sorpresa si remonta las cifras que le han dado las encuestas.
Sebastián Piñera y Alejandro Guillier tienen las mejores cifras y Beatriz Sánchez es la tercera opción, la que podría desplazar al candidato de la casi fenecida Nueva Mayoría y entrar a la segunda vuelta.
Todo esto si no se presenta la otra posibilidad, la tercera,la de que Piñera obtenga más del 50 por ciento de los votos y sea elegido Presidente en esta primera votación. Esta posibilidad es la que ha motivado la afiebrada campaña del oficialismo bacheletista por tratar por todos los medios de influir en la opinión pública a través de todo el aparataje gubernamental. Con un notorio énfasis en estas últimas semanas.
Nunca en los tres años anteriores del gobierno de Bachelet se había visto tal cantidad de inauguraciones, entrega de premios, bonos, subsidios y otros arbitrios que no puedan ser catalogados de buenas a primeras como ilegales y como intervención electoral, pero que lucen como tales ante la presente acumulación de estas acciones.
El nerviosismo en las filas de la izquierda marxista, la que se confiesa como tal y la que pretende ocultar sus conexiones con el "cartel" de Sao Paulo, ha sido evidente y no han omitido recurso alguno. Como cambiar a vocales de la anterior elección por nuevos, desparramar el equipo de gobierno en cuanta instancia ha sido posible con las respectivas parafernalias públicas, buscar y rebuscar nuevos culpables de antiguas
cuestiones de derechos humanos, mientras evaden las propias responsabilidades en la falta de control que este Gobierno saliente y sus sociuos anteriores han presentado en los escándalos de corrupción que han estallado en Carabineros y en las Fuerzas Armadas. Para qué hablar de otros procesos prontos a ser fallados.
Por ello y por el camino de descenso de la prosperidad del país, endeudado en 42 mil 500 millones de dólares en el exterior, con un crecimiento que ya toca fondo, pérdida de confianza en todos los índices, es que se recuerda los más de 40 mil millones de dólares en reservas internacionales con que contaba Chile al comenzar los gobiernos de la Concertación.
Y destaca el 8 por ciento de crecimiento del producto interno bruto -PIB- que ha pasado a la historia, con el paréntesis de 2010 a 2014. Con el gobierno de Bachelet el PIB de Chile llegó a un 1,6% en 2016, la tasa más baja desde 2009.
Dicho esto, nos queda la tercera posibilidad, la que Sebastián Piñera obtenga la misma votación de 2009 en esta primera votación, y se termine con el continuismo del descenso nacional en estos cuatro años . Así como se han visto las cosas, es altamente posible que Piñera obtenga más del 51,61 por ciento.
